miércoles, 13 de marzo de 2013

Catulo, en Salinas



Propósito fundamental de este artículo es estudiar la presencia del poema 5 en Catulo, en la variación de la voz a ti debida, especificando en el poema 19.
Cayo Valerio Catulo, probablemente fue el primer gran poeta lírica que conoció Roma. Creo una influencia posterior muy importante en lo que sería la poesía amorosa. Introdujo el término Etrusco Bacium.
Cuando nos enfrentamos al estudio de la tradición clásica, en un poeta del siglo XX, surgen dificultades a no ser que el poeta moderna haga explícito su modelo mediante lema, cita o alusión transparente.

Podría pensarse que las ideas son similares en ambos poetas sin que uno imite o emule al otro deliberadamente; los paralelismos se deberían entones a mera coincidencia, a necesidades expresivas semejantes. Sin embrago en ambos están presentes los números, la progresión numérica por suma (Catulo) o por multiplicación (Salinas) referida a los besos de aquel y a los diversos gestos de amor (caricias, abrazos, besos) en este.

En los dos, las operaciones aritméticas son grandes cantidades que sirven para expresar un amor inmenso. De igual modo, la ruptura de las cuentas está presente en ambos poemas, en un afán compartido por alcanzar un amor ilimitado.
Si bien, también es cierto, que Catulo nombra a Lesbia en el primer verso, mientras que Salinas no nombra a su amada, pero en una de las primeras “secuencias” de júbilo, exclama el poeta: Me iré, me iré con ella / a amarnos, a vivir.
Por otra parte, tampoco están presentes en el autor del 27, las amenazas que acechan a los amantes en Catulo, los rumores de los viejos ni el carácter ineludible de la muerte. En Salinas adquiere, por el contrario, mayor importancia el arrebato amoroso que se lanza si contenerse hacia lo infinito.
También en Catulo, encontramos la vida asociada a la luz y al sol, la muerte a la noche. En su poema, los amantes triunfan momentáneamente sobre el tiempo.
En la composición de Salinas, si bien el amor no se introduce al inicio de la composición, sí lo hacen la luz y la vida, que exige en exceso, en plural: luces, vidas y maresLuces en plural, como los soles de Catulo. El mar, en cambio en un elemento nuevo muy típico de Pedro Salinas.
Éste último, no evoca la muerte, como Catulo, sino que se queda en la vida y en sus aspectos más brillantes y explosivos.
Por último, decir que Catulo se muestra consciente en numerosas ocasiones de que su pasión rompe con lo establecido, con las convenciones sociales. Algo similar ocurría con el amor del poeta hispánico, que determinó que Pedro Salinas se aproximara por momentos a la poesía de Catulo, sin perder su estilo innovador.
Así en Salinas se muestra el anhelo, tras el encuentro amoroso, de situarse en un mundo nuevo, que comienza con la abolición del antiguo. La amada llega como un vendaval destruyendo “murallas, nombres, tiempos”

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