miércoles, 14 de noviembre de 2012



VIDA
(Toledo, 1501- Niza, 1536) Poeta renacentista español.
Garcilaso de la vega nació en Toledo en 1501. Fue un poeta y militar español del Siglo de Oro (Específicamente época del renacimiento), considerado uno de los escritores en español más grandes de la historia. Perteneció a una familia aristocrática, mas adelante su padre muere. Se educó en la corte donde recibió una formación literaria y cortesana formando parte por ello de la orden de Alcántara.
Allí conoció a su gran amigo, el caballero Juan Buscan. Gracias a Boscán, él siente un gran aprecio por la lírica del valenciano Ausiàs March, que dejó alguna huella en su obra.
Pronto al servicio del Emperador, quien mostrará hacia él una gran preferencia y le encargará misiones delicadas. En 1520 fue nombrado contino, cargo de la guarda real. Estuvo en casi todos los grandes hechos de armas, tomó parte en la lucha contra los Comuneros (La Guerra de las Comunidades de Castilla); asistió en Bolonia a la coronación imperial de Carlos V.
En 1525 Garcilaso se casa con Elena de Zúñiga, dama de la hermana de Carlos V, pero este matrimonio no fue sino un error en la vida de nuestro escritor; no solo no le trajo la felicidad, sino que ni siquiera sintió lo suficiente para que influencie en su obra.
Viaje por varias ciudades españolas y se enamora platónicamente de una dama portugues, Isabel Freyre, ella convirtió en la Elisa de sus versos.
En 1531 Garcilaso provocó un disgusto al Emperador y fue desterrado y enviado a una isla del Danubio. Gracias a unos contactos más tarde se establece en Nápoles, ciudad que era uno de los centros más florecientes del humanismo y de la cultura literaria de Italia. Garcilaso conoció allí a humanistas españoles como Juan de Valdés, y a italianos como Luigi Tansillo.
Poco después reanudó su actividad militar, siendo herido por los turcos en la campaña de Túnez. También tomará parte en la campaña de Provenza, durante la lucha contra los franceses. En su última batalla es gravemente herido y Muere pocos días después en Niza, 1536, con 35 años. Encarnaba el ideal del perfecto cortesano, ya que era hombre de armas y letras.
Proyección poética
No publicó ninguna obra en vida; toda su producción poética la recoge Juan Boscán.
Agrupamos la obra de Garcilaso por géneros:
Cancionero petrarquista: formado por 40 sonetos y 5 canciones.
Ensayos epistolares: 2 elegías en forma epistolar y la epístola a Juan Boscán.
3 églogas pastoriles.
La Epístola. Escrita en verso libre, está dirigida a Boscán. También a él dedica la segunda de sus Elegías, mientras que la primera está dirigida al duque de Alba. Tanto una como otra están escritas en tercetos.
Sus Églogas composición poética de tono bucólico en la que dos pastores dialogan acerca de temas amorosos.
Sus cinco Canciones, las cuatro primeras adoptan la forma de estancias, mientras que la quinta (A la flor de Gnido), emplea por vez primera en castellano una nueva estrofa, la lira.
Sus sonetos, al igual que la mayor parte de sus composiciones, giran preferentemente en torno al tema amoroso
Estilo y temas
Temas fundamentales de la poesía de Garcilaso son los de la descripción de la naturaleza y el tema amoroso.
Garcilaso nos refleja una naturaleza convencional, artificiosa, poéticamente estilizada, en la que todo tiende a producir una sensación de armonía y serenidad, y se debe a la influencio de la clásicos grecolatinos y Petrarca.
Aparecen los temas mitológicos como alternativa a los temas religiosos.
El estilo de Garcilaso es muy característico: cuida especialmente la musicalidad del verso mediante el uso de la aliteración y un ritmo en torno a los tres ejes principales del endecasílabo. Utiliza el epíteto con la intención de crear un mundo idealizado donde los objetos resultan arquetípicos y estilizados al modo del platonismo.
Vemos reflejado el saber humanístico a través de la imitación de modelos como Ausias March, Petrarca u Horacio; innovación dentro de las letras hispánicas especialmente con la introducción de la lira. Una realidad estilizada, depurada. No utiliza metáforas complicadas ni recursos expresivos atrevidos .El lenguaje es sencillo. Busca la claridad y la exactitud descriptiva. Aunque abundante, la adjetivación no es excesiva.
Usa los adjetivos de color y de sonido un tipo de poesía culta, artificiosa, llena de expresiones metafóricas; usa mucho el epíteto.
En el aspecto métrico, prefiere el endecasílabo acentuado en sexta y, en menor medida, en octava.

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